Hirugarren kapitulua

Oneka Zubiaurre

Ayer pasaron muchas cosas y debido a eso estaba un poco confuso, pero decidí seguir con mi día. Lo primero que hice fue coger mi móvil y responder a todos los mensajes que tenía de ayer. También tenía alguno de mi familia como de mi tía diciéndome que si estaba bien y que por qué no había respondido. Después de media hora respondiendo mensajes de la gente me metí en mis redes sociales e hice lo que hacía siempre, ver vídeos de gente que no conocía.

Cuando estaba viendo una publicación de mi amigo Carlos, me llegó una llamada de un número que no tenía guardado. Lo cogí. Era Paula, reconocí la voz de mi ayudante. Ella me dijo que estaba de camino a mi casa. Yo me di cuenta de que perdí la noción del tiempo y que eran las 11:36. Le colgué y le mandé un mensaje en el que ponía que vale.

Me levanté muy rápido y me vestí. Bajé muy rápido a desayunar y volví a subir a mi cuarto. Me lavé los dientes y decidí coger una pizarra pequeña y un rotu para poder comunicarme con Paula. Podrían pasar dos cosas: la primera sería que se riera de mí por la pizarra y la segunda sería que le pareciera una buena manera para comunicarnos.

Solo tuve que esperar 10 minutos para que llamaran al timbre. Bajé corriendo a abrir la puerta. Cuando vi el rostro de Paula me pareció que me había enamorado. Ella me saludó con un HOLA y ahí fue cuando decidí mostrarle mi invento. En la pizarra le escribí “¡¡HOLA!!”. Ella sonrió y me dijo que había sido buena idea.

Paula entró a mi casa muy amablemente y empezó a hablar con mi madre sobre lo que tenía pensado hacer. Su plan era ir a ver una peli y después cenar en un local que según ella estaba muy bien. Cuando Paula le terminó de contar el plan a mi madre ésta le dio el visto bueno. Fui a mi habitación a por mi abrigo y nos fuimos hacia el cine.

Paula iba guapísima. Llevaba unos pantalones blancos vaqueros campanolos y un jersey azul muy bonito, por debajo del jersey llevaba una camiseta de manga larga blanca y de zapatillas unas Convers. El pelo lo tenía recogido por una trenza muy larga. Llevaba un poco de maquillaje pero se le veía muy al natural. Y por último, llevaba un chaleco negro.

Cuando llegamos al cine estuvimos bastante tiempo eligiendo una peli y ese fue una de las veces en las que me di cuenta de que Paula no era para mí. Teníamos gustos muy diferentes pero a pesar de aquella señal decidí no rendirme y seguir con la tarde. Al final, la peli terminó eligiéndola ella.

A mitad de la peli que iba sobre ciencia ficción a Paula le llegó un mensaje de un chico. Ella en WhatsApp le tenía agregado como MARCOS y un corazón rojo, bueno uno no, dos. En ese momento comprendí que Paula era muy maja y guapa pero que no era nuestro destino estar juntos.

Después de la peli nos fuimos al local que tanto le gustaba a Paula. Hasta que llegamos no me quiso decir que daban allí. Cuando llegamos al restaurante vi que era de shusi. El shusi es mi comida favorita desde que tengo uso de memoria. De hecho el año pasado cuando me llegó el mensaje de que murió mi padre estaba en un restaurante italiano pero el plan era comer en un chino.

La verdad es que se me hizo un poco incómodo tener que estar escribiendo toda la noche en la pizarra. Otra cosa que me incomodó muchísimo fueron las miradas de la gente al ver que no dije ni una palabra y que tuve que estar toda la noche escribiendo. Cuando terminamos la cena cada uno nos fuimos a su casa. Cogí el bus y me fui a mi casa. Cuando llegué a mi casa mi madre todavía no estaba. Me fui a la cama.