SEXTO CAPITULO

ONEKA ZUBIAURRE

CAPÍTULO 6

Sin darme cuenta ya estábamos en la comisaría. Mi madre me echó una mirada de complicidad y yo sabía que ella quería saber si le había sacado algo de información a Amanda. Cuando los de la comisaría vieron que llegábamos, le metieron a Amanda a una sala para interrogarla pero yo sabía que era inocente. Mi madre me abrazó. Cuando terminó de abrazarme, le escribí que Amanda era inocente. Ella me dijo que sólo era para hacerle preguntas sobre su padre. También me dijo que estuviera tranquilo. Yo le escribí que vale, pero no estaba del todo tranquilo. En realidad, nadie lo estaría.

Eran las nueve y media de la tarde y mi madre me dijo que me fuera para casa ya que era tarde, también me dijo que ella iría sobre las 23:30 porque tenía mucho trabajo. Cogí el bus y me fui a mi casa. Cuando llegué, mi hermana me estaba esperando y me preguntó que dónde estaba mamá. Yo le escribí que estaba muy liada con el trabajo y que llegaría muy tarde.

Mi hermana tiene 16 años. Es castaña y tiene los ojos marrones. Siempre va con chándal y con las uñas muy largas blancas. Según ella es la moda. Antes he dicho que siempre iba en vaqueros. Según ella solo fue una etapa pero yo sabía que ahora se ponía otra ropa para encajar. Pero nunca le dije nada, no quería romper nuestra relación de hermanos por mi opinión.

Mi hermana y yo cenamos solos como de costumbre. Otros días mi madre ya sabía que no iba a poder cenar con nosotros y nos dejaba la cena hecha pero hoy como no lo sabía, la tuve que hacer yo. Freí un par de filetes y abrí una bolsa de patatas fritas porque a mi hermana y a mí nos encantaban.

Cuando terminamos de cenar ya eran las 22:15, osea que le escribí a mi hermana para que se acostara y ella sin problema lo hizo. Cosa rara, pero no me iba a quejar la verdad. Supongo que habría tenido un día cansado. Yo me tumbé un poco en el sofá con el móvil hasta que me llegó un mensaje de mi madre que me decía que no le esperara a que llegase que era lo que normalmente hacía. Cuando leí el mensaje, yo le mandé uno a ella diciéndole que Julia (mi hermana) ya se había ido a la cama. También le dije que ya me iba a la cama.

La verdad es que estaba muy cansado y me quería acostar. Subí a mi habitación, me puse el pijama y me acosté. No sé por qué me costó tanto dormirme pero supongo que era porque estaba pensando en Amanda. Estaba triste por ella. No sé, supongo que a mí también me hubiera gustado que alguien se preocupara por mí cuando estaba pasando por lo mismo. Al final, terminé durmiéndome.