Oneka zubiaurre
Cuando llegué a mi casa eran las cuatro menos veinte, mi madre estaba ansiosa por que le dijera que me habían dicho mis amigos. Ella reconoció mi cara de felicidad y la verdad es que yo estaba muy contento. Le escribí que me lo había pasado muy bien con mis amigos y luego le dije lo que había comprado. Mi madre siempre suele comprar el gordo pero como se le había olvidado pues lo compre yo.
Cuando mi madre y yo nos estábamos comunicando a mi madre le llego una llamada. Mi madre era inspectora y siempre tenía mucho trabajo. Normalmente investigaba asesinatos bastante difíciles de resolver. Siempre cuando llega a casa nos dice que tal ha ido el día. Escuche un poco de la conversación y me entere que habían encontrado un cadáver de un señor de unos 54 años. El señor tenía una hija de mi edad más o menos y yo pensé en ir a la comisaria con mi madre para ayudarle ya que yo también estaba estudiando esa carrera.
Cuando le propuse a mi madre ir con ella a la comisaría le pareció muy buena idea. A sí que cogimos el coche y nos dirigimos hacia la comisaria. Cuando llegamos me di cuenta de que la comisaria estaba casi vacía, bueno claro todavía no había empezado el turno de tarde por que empezaba a las 5 y eran las 16:30. Me fijé en la hija de la víctima que estaba echando cataratas por los ojos.
Cuando me acerque a ella levanto la mirada y me sonrió. En mi pizarra le escribí ¡hola! Ella me hizo un gesto con la mano para saludarme. Me senté en una silla al lado de ella. Le pregunte su nombre. Ella me dijo que se llamaba Amanda. Amanda que bonita nombre ¿no? Ella tenía una sonrisa en su cara pero yo sabía que estaba triste, muy triste, me paso lo mismo cuando mi padre se murió. En la pizarra le escribí que haber si quería ir a dar un paseo. Ella me dijo que sí. Nos fuimos hacia el paseo marítimo.
Después de terminar el paseo nos fuimos a un bar a tomar algo. Ella me explico que estaba muy unida a su padre y que todo lo que podían lo hacían juntos. Yo le explique que a mí me paso lo mismo el año pasado. Amanda me dijo que lo sentía mucho y yo le escribí que no se preocupara que estaba bien.
En medio de una conversación mi móvil vibro. Miré a ver quién era y vi que era mi madre. Rápidamente me metí en el chat y leeí en mensaje que me había escrito, bueno, los mensajes que me había escrito. En el primero me decía que haber donde y con quien estaba. Yo tranquilamente le respondí
i que en un bar del paseo marítimo con Amanda. En el segundo me dijo que tuviera cuidado con la hija de la víctima, y yo precisamente estaba con ella. A ese mensaje le respondí que porque.
Mi madre a la primera respuesta que le envie me dijo que fuera ya a la comisaria, y al segundo me dijo que su padre un dia le disparo a un chico y casi lo mata. Al leer el primer mensaje le dije a Amanda que mi madre nos estaba esperando en la comisaria. Amanda me dijo que si quería podíamos ir llendo. Yo le escribi que vale. En el camino ninguno digimos nada. Yo estaba pensando en que Amanda podría ser sospechosa pero es que no parecía capaz de matar ni a una mosca.
Amanda era rubia con ojos marrones miel, llevaba unos pantalones negros apretados y un jersey verde. Por encima del jersey llevaba un chaleco como el de Paula pero en blanco. Ahora era la moda esos chalecos por lo visto. De zapatillas llevaba unas vans moradas. Me gustaba mucho su estilo. De maquillaje llevaba sombra con brillo y rímel transparente, los labios lo llevaba con una cosa que se llamaba *gloos*. A mi me gustaba como quedaba.
